Un porrito para empezar bien el día, una tragedia personal a sus espaldas y mucha mala leche. Solo con esto nos podemos hacer una idea de la personalidad del subjefe de policía (no llamarle comisario, que se enfada), Rocco Schiavone. Creado por el actor, director de teatro y escritor romano Antonio Manzini (ver libros), Rocco se ha convertido en uno de los detectives que marca la novela negra actual.
La ruptura de su comodidad, un comienzo habitual en este tipo de novela, que se da forma en un traslado que lo lleva de su querida Roma a un pueblecito de los Alpes, Aosta, ya nos sirve para acercarnos a la realidad de Rocco Schiavone. Antonio Manzini ha convertido a ese policía en un investigador muy válido, de métodos un tanto heterodoxos, que nos permite a los lectores resolver un caso a la par que analizar la realidad social cargada de corrupción e intolerancia. Pura novela negra.
Es cierto que en el primer libro de la saga, Pista negra, puede parecer que nos presenta a un personaje demasiado hostil y enfurruñado, pero hay que darse la oportunidad de conocerle. Aunque en este primer títutlo el caso atrapa (especialmente si eres de los que disfruta en las pistas de esquí).